Ajo

De potente sabor y olor característico, el ajo es uno de los protagonistas indiscutibles de la dieta mediterránea. Además de enriquecer nuestros platos, resulta un alimento muy beneficioso para la salud gracias a sus innumerables nutrientes. Sin duda un imprescindible en toda cocina española que se precie. 

Origen del ajo

La especie de ajo que ha llegado a nuestros días, conocida por su nombre científico allium sativum, procede de la variedad de una de los países asiáticos que dio lugar a lo que hoy conocemos como ajo común, de la misma familia que la cebolla o los puerros. Se dice que llegó al Próximo Oriente hace aproximadamente cuatro mil años desde Asia central y su uso se extendió por la India y Egipto durante el tercer milenio antes de Cristo. 

La expansión del ajo en sus orígenes tuvo sus dificultades principalmente debido a su fuerte sabor y el aliento que deja tras su consumo, lo cual durante mucho tiempo supuso un importante rechazo entre la sociedad, hasta el punto que en algunos templos de la antigua Grecia se vetaba el paso a aquellas personas que lo habían consumido.

Durante el predomino del Imperio Romano en lo que se conoce actualmente como Europa, se  popularizó el cultivo del ajo y pasó a formar parte de la dieta cotidiana como condimento. Además fueron los propios romanos los que descubrieron sus propiedades medicinales, siendo utilizado por tropas de asalto como alimento antiséptico, energético y vigorizante. 

Propiedades y beneficios del ajo

Los principales beneficios del ajo radican en su riqueza en antioxidantes. Durante siglos fue utilizado como remedio para diversas enfermedades y hoy en día se ha demostrado científicamente que su uso contribuye en el control de afecciones como la hipertensión, el colesterol o la diabetes., además de  ayudar a mejorar la circulación sanguínea.

Una hortaliza que nos aporta infinidad de propiedades, llegándose a constatar hasta más de 2000 componentes que ayudan a mantener nuestro organismo fuerte y sano, como aceites esenciales, quercitina (que actúa como antigripal, antibacterial y antinflamatorio), fructosanos, que ayuda a reforzar nuestras defensas, vitaminas como la C o B6 y minerales como calcio, magnesio, potasio o fósforo. 

Además es un interesante antibiótico natural al ser rico en alicina, propiedad que actúa como anti bacteriano evitando la proliferación de bacterias en nuestro organismo. También es un ingrediente ideal para evitar la aparición de hongos ya que los estratos de la planta ralentizan el crecimiento de los hongos, evitando que crezcan en su interior. Y no podíamos dejar de hablar de su gran poder antivírico: algunos estudios reflejan que el ajo puede evitar la propagación de algunos virus como la gripe gracias a sus componentes naturales. 

 Por otro lado el ajo puede ayudar a mantener los niveles de colesterol reduciendo la presencia de la lipoproteínas de baja densidad, reducir la presión sanguínea ayudando a producir mayor cantidad de ácido nítrico, un componente que diluye la sangre y por lo tanto contribuye a mantener la presión arterial. Resulta además un poderoso antioxidante que permite mantener nuestro organismo en condiciones evitando la oxidación de las células y ayudando a neutralizar los radicales libres.

Cultivo del ajo

La planta de ajo se caracteriza por no necesitar demasiado frío ni humedad y por no necesitar muchos cuidados. Su momento de plantación se divide en dos épocas: la primera de octubre a noviembre y la segunda de enero a marzo. Como dato curioso se recomienda plantarlo en luna menguante, momento indicado para cultivar todo lo que crece hacia abajo según los conocimientos ancestrales de los agricultores. Por otro lado, aunque se considera una planta de secano, si se plantan en climas más fríos solo variará en poco en su picor. 

 Para su plantación se prefieren suelos ligeros, poco apelmazados y bien drenados. El ajo es bastante sensible a la humedad por lo que no requiere que se riegue en exceso y se recomienda que le dé siempre el sol a la planta, permitiéndonos ver en pocos días los resultados. 

El tiempo optimo para su recolección comienza a finales de mayo hasta principios de agosto, siendo recomendado recolectar los ajos antes de agosto ya que no toleran bien las altas temperaturas. 

Recetas con ajo

Sopas de ajo

Un plato que no podía faltar en este recetario sin duda son las sopas de ajo. Un plato reconfortante y muy sabroso. Para su elaboración vamos a necesitar: 

  • 3 dientes de ajo
  • 100 gramos de pan 
  • 2 huevos
  • 1 cucharada de pimentón 
  • 1 litro de caldo de pollo
  • 1/4 de aceite de oliva
  • Sal 

Primero salteamos el ajo picado y cuando empiecen a dorarse agregamos las rebanadas de pan 
Cuando comience a dorarse el pan, añadimos el pimentón y cocinamos a fuego lento
Agregamos el caldo y dejamos cocinar ente 15 a 20 minutos
Batimos los huevos y los añadimos a la sopa mezclándolos hasta que cuajen.

Pan de ajo

Una receta perfecta para cualquier ocasión. Se prepara en muy poco tiempo y nos puede solucionar un aperitivo o picoteo en un momento. Para su preparación necesitamos: 

  • 1 pan baguette o rustico cortado en rebanadas 
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 4 dientes de ajo
  • Una cucharada de sal
  • 8 cucharadas de mantequilla
  • Perejil picado 
  • Queso parmesano 

Precalentamos el horno a 200ºC
En una sartén a fuego bajo calentamos el aceite y añadimos el ajo sin que llegué a dorarse
Agregamos la mantequilla y el perejil 
Colocamos las rebanadas de pan en una bandeja y barnizamos con la mezcla la parte de la miga.
Espolvoreamos con queso rallado
Horneamos durante 10 minutos hasta que quede crujiente y dorado. 

Patatas con alioli

El tapeo por excelencia que no puede faltar en ninguna barra de bar de nuestro país. Una receta deliciosa y fácil de preparar. Para su preparación vamos a necesitar: 

  • 1 kg de patatas troceadas en jagos
  • 4 ajos pelados 
  • Aceite de oliva 
  • Sal 
  • perejil picado

Cocinar las patatas hasta que queden suaves y doradas
Sacar del aceite y sazonar con sal
Troceamos los ajos, añadimos sal y agregamos poco a poco aceite de oliva hasta que obtengamos una salsa de consistencia espesa parecida a la mayonesa 
Cubrimos las patatas con la salsa

Sin duda el ajo, además de aportarnos infinidad de beneficios, resulta un ingrediente fundamental en nuestra cocina, permitiéndonos preparar un sinfín de platos deliciosos.